Esta sala era el corazón del antiguo molino; allí se encontraban las turbinas que permitían el funcionamiento de las máquinas. Lo hemos bautizado con este nombre para recordar el curioso sistema de turbinas, que consistía en unas cintas elevadoras con unas cucharillas (culleretes) que movían el agua. De esta forma, se creaba la energía. Les Culleretes era, pues, uno de los espacios más importantes para el buen funcionamiento de la fábrica de harina. Actualmente es una sala muy acogedora; y destacamos su “volta catalana”, ya que es ideal si queréis un evento en el cual se distingan diferentes conceptos.
